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Artists: Sergio Avello, Javier Barilaro, Jacques Bedel, Antonio Berni, Carlos Bissolino, Juan José Cambre, Eduardo Costa, Eugenio Daneri, Miguel Diomede, Fermín Eguia, Raúl Escari, José Garofalo, Vicente Grondona, Estanislao Guzmán Loza, Fortunato Lacamera, Benito Laren, Rómulo Maccio, Enrique Policastro, Miguel Carlos Victorica.

Paisajes Argentinos
April 23 – May, 30, 2014
Curated by Alfredo Prior
Vasari Galeria
Buenos Aires, Argentina

Paisajes argentinos. Si, como intuyó Monet, el primer nenúfar contiene al último nenúfar, el árbol de Corot no ocultará al bosque de Klimt.

Un gesto desesperado ¿donde se niega el tiempo? sostiene al paisajista en su evaluación del último color, última luz, último trazo. Pero en su astucia, su malicia de pintor dice último trazo cuando en realidad lo que dice es el penúltimo.

¿Un momento del artista o un momento de la naturaleza?

Poussin del natural, según la proposición de Cézanne:
Es como un naipe. El sol allí tan pavoroso que me parece que los objetos no son sino siluetas.

El polo opuesto del modelado:
Una sucesión de planos. El Mont Sainte-Victoire en 3D, plenitud de sus facetas vibrantes.

¿Cepillar el espacio o pasar entre los creyentes el cepillo del agnóstico?

Paisajes argentinos. Pequeños detalles en los que parece que las manos que los ejercitan descansan también en los hombros del espectador.

¿Será, que en esa curiosidad del artista tan argentina del espectador se desespera por las variaciones, las sorpresas, las asociaciones en las que se acogerá su participación?

Pampas, Llanos, Sierras partidas que en su acabado inútil dependan las leyes circunvaladas de su sabiduría.

Acabado que depende del ojo y la cara que nos sonríe.

En primer lugar, quiero nombrar a Miguel Carlos Victorica, pintor de la pintura pura, pintor de la pintura misma. ¿En qué lugar habría que colocar a este pintor de retratos, desnudos, paisajes, naturalezas muertas, ante el folclorismo latinoamericano que aplaude el “Imperio”? ¿Cuál sería su situación de homosexual y alcohólico en las primeras décadas del siglo XX? Ecléctico, nómade de si mismo, no marca ningún rumbo sino el de su propio deseo. Paisajes, que sin enunciarlo serán Heráclito y sus fluidos.

Enrique Policastro aborda el paisaje argentino sin pintoresquismo alguno. Se imponen la riqueza (a)morosa de su materia y color.

Paisajes urbanos, paisajes de La Boca, la materialidad de Daneri, Diomede, Lacámera, podría oponerse a la fábrica pintoresca del conventillo de Don Benito.

Exhibimos aquí un fragmento de Entre en discontinuidad (1966), obra de Raúl Escari, ejemplo maximalista del arte urbano. Nos reconocemos en su literalidad, en su parquedad de medios y en la certeza de su estilo.

Eduardo Costa dialoga con los pájaros. Paisaje sonoro sin otro marco, otro límite que la bondad de su intervención, un no dormido ni despierto, que evade con elegancia los bárbaros recursos de la interpretación.

Estanislao Guzmán Loza, nacido en Ambil, llanos de La Rioja, el año 1893. Según escribe Manuel Mujica Lainez: “Lo definen una pureza, una distancia, un desinterés, una exclusión de la ‘moda’ y un lirismo de esencia aristocrática, porque busca su inspiración en el tema el pueblo, pueblerino, y lo exalta con mágico refinamiento.”

Sombras que se alargan en la noche del dolor.

Amarrado al recuerdo.

Niebla del Riachuelo, paisaje de Rómulo Macció, dialoga con el tango del mismo nombre de Cobian y Cadicamo (1937) y con una tradición que aúna a Victorica y Quinquela, artistas emblemáticos de la República de La Boca con un vasto trasfondo pictórico: La China y el Japón, Turner, Monet, Ryman, y quizás Rothko.

El tempe argentino de Marcos Sastre, libro que leía fascinado en mi niñez. ¿Cómo dejar de asociarlo con esas maravillosas pinturas de Fermín Eguía? Bagre, vieja del río, nado en su elemento: acuarelas disueltas en las aguas del Delta. Prodigios de luz detenidos en un momento incierto.

“¿Estos son surcos, esto es escarcha? … Pero sin son raspaduras de paleta colocadas de manera uniforme sobre un lienzo sucio. No tiene ni pies ni cabeza, ni parte superior ni inferior, ni delante ni atrás.” Esta apreciación formulada en 1874 ante un estudio invernal impresionista nos conduce, haciendo un alto en el estanque de Giverny, hacia Pollock y al concepto de all-over enunciado por Clement Greenberg. De la action painting al color field: paisajes en estado puro. Juan José Cambre y el estado de gracia que supone el trazo como visión del paisaje.

Las obras de Javier Barilaro son grabaciones (no audibles) de antiguas cumbias, aquellas que cantaban los yacarés y los guanacos.

Emil Nolde en clave ecuatoriana, José Garófalo y su Árbol de la vida, rastrillo de las musas mestizas, peinan el soplo de un nuevo ordenamiento.

Jacques Bedel ha hecho de la sombra imagen y he aquí su reflejo.

Antonio Berni bernea como Picasso picasseaba. Siempre igual y distinto a sí mismo.

Cartones para tapices se me ocurren los paisajes de Vicente Grondona. Tapices que serán hilados con acuarela y tinta y que humildes se entregaran a la exaltación de la lavanda y al pavor de la lavandina.

Espejismo (2006) es una instalación de Sergio Avello, de la cual presentamos algunos registros fotográficos. Emplazada en Palo Pintado, Valles Calchaquies de la Provincia de Salta, seis paneles de espejos sin interferencia al paisaje que los circunda. Vale recordar que Sergio, siguió al pie de la letra lo que su chamán Gucci Quipildor le expresara: “Bello Avello, no dejes que el espíritu de la montaña oculte a la montaña”.

Circulación circulante de Benito Laren es un paisaje cósmico. Enmarcado con una llanta de triciclo nos invita a recorrer las rutas argentinas.

En las tintas de Carlos Bissolino abstracción y figuración conviven como en moneda de una sola cara.

Lo logra gracias a la naturalidad del gesto y la suntuosidad gozosa de su color.

-Alfredo Prior, abril 2014

*texto extraido de Ramona